Luna de miel: los mejores destinos para bodas de otoño/invierno
Casarse en cualquier época del año es especial pero sin duda hay una magia especial en las bodas que se celebran en la temporada otoño/invierno, quizá por ser menos comunes. Y si hay una recompensa a los meses de preparación del enlace esa es sin duda la luna de miel. Ese inolvidable y primer viaje como marido y mujer en el que se conocen rincones espectaculares del mundo.
La compañía del viaje la tenemos clara pero, ¿y los destinos? El factor principal para elegirlos es vuestro gusto y estilo de vida aunque hay otro que lo iguala en relevancia. Sí, nos referimos a la estacionalidad. En estos meses que corresponden al fin de nuestro verano os queremos recomendar varias paradas idóneas para vuestra vuelta al mundo. ¿Os animáis a descubrirlos?
Turquía, la belleza hecha país
¿Sabes lo que es el síndrome de Stendhal? Sí, ese término que inventó el escritor francés para referirse a la “dolencia” que el cúmulo de arte y belleza produce en espíritus sensibles. Pues en nuestros días, lo podemos traducir como la impresión que os dará conocer cada rincón de Turquía. Empezando por Estambul, viviréis desde el minuto 1 un curioso choque cultural, un viaje en el tiempo que os llevará hasta el Estrecho del Bósforo, que divide la ciudad en dos partes, la asiática y la europea.
Su relevancia e historia es incuestionable y es que llegó a ser capital del Imperio Romano de Oriente y del Imperio Otomano. Está lleno de rincones imprescindibles como la Mezquita azul, el Bazar de las Especias, el Puente del Gálata o el barrio de Eyup, el tercer lugar de peregrinación del mundo islámico por detrás de la Meca y Jerusalén.Las experiencias que ofrece esta ciudad están pensadas por y para recién casados. Empecemos con el baño turco Aga Hamami donde se realizarán técnicas milenarias de limpieza, exfoliación y masajes faciales y corporales. Saldréis de allí renovados y con fuerzas para el siguiente plan que os proponemos: un crucero por el Bósforo y el Cuerno de Oro. Podréis ver de cerca los monumentos más clásicos de la ciudad como Santa Sofía, una de las obras bizantinas más importantes de Constantinopla y una vez que subáis al barco, conoceréis la parte más antigua de la ciudad, con el Palacio de Topkapi o la Torre Gálata. También los famosos puentes del Bósforo y otros monumentos como el Palacio Dolmabahç, la Mezquita Ortaköy o la fortaleza de Rumelihisari. En la zona del Cuerno de Oro, el recorrido acaba en la parte asiática de Estambul donde se puede disfrutar del atardecer.
Luna de miel en Río de Janeiro
A pesar de ser la segunda ciudad más poblada de Brasil, Río de Janeiro nunca ha perdido su esencia y su naturaleza. De hecho se la conoce como la “ciudad maravillosa” por su mezcla de mar, montaña y selvas tropicales. En sus calles vais a conocer lo que es la diversión con mayúsculas, además de disfrutar de jornadas de playa en pleno invierno europeo. En este viaje toca atreverse con todo, desde bailar samba hasta probar platos de su gastronomía como la “feijoada», un guiso de alubias negras cocidas con carne de cerdo, tocino y chorizo que se acompaña entre otras cosas con arroz blanco y col.
Sin duda, el emblema de la ciudad es el Cristo Redentor, una de las 7 maravillas del mundo que se sitúa a más de 710 metros de altitud sobre el cerro Corcovado, en pleno Parque Nacional de Tijuca. Pero también os conquistarán lugares como Pan de Azúcar, el cerro más famoso de la ciudad, la escalera de Selarón, con 215 peldaños repletos de azulejos y su famosa playa de Ipanema.
Como bonus track de este destino, tenéis una escapada a Arraial do Cabo, una zona que te conquistará por sus playas paradisíacas.
Luna de miel en Nueva Zelanda
¿Estáis huyendo del asfalto, del ruido y del estrés de vuestro día a día? Si es así, en pocos países encontraréis más relax y naturaleza que en Nueva Zelanda. El viaje a las antípodas es una opción de lo más elegida para novios que huyen de las aglomeraciones. Además, estos meses, que corresponden a su verano os permitirá explorar sus parques naturales y sus paisajes con unas temperaturas mucho más agradables. Solo en Auckland, su capital, hay 48 conos volcánicos, más de 50 islas y 29.000 km de costa y playas. Las mejores vistas os las regalará el Monte Edén, seguidas de las del famoso Sky Tower, con unos suelos acristalados no aptos para personas con vértigo. Para saber más sobre una cultura que muchas veces nos resulta desconocida, tenéis la Auckland Art Gallery Toi que se fundó en 1888.
¿Buscando emociones algo más fuertes? ¡Las tendrás! Por ejemplo el salto en paracaídas a más de 200 kilómetros por hora en caída libre. Desde allí se puede divisar la costa este y oeste, las islas de Waiheke y Great Barrier, los volcanes de Auckland, el monte Ruapehu… ¡Una auténtica pasada! Como paradas imprescindibles están también las Cuevas de Waitomo, la excursión a Hobbiton, escenario de la saga de El Señor de los Anillos o las islas Poor Knights, para ver las cataratas de Whangarei.
Tanzania, una joya para aventureros
Si os decimos 5.895 metros de altitud, ¿podríais adivinar a qué nos estamos refiriendo? Efectivamente, estamos hablando del Monte Kilimanjaro, la cumbre más alta de todo el continente africano. Este volcán de triple cumbre da nombre a la capital de Tanzania, muy cercana a Kenia, otro imprescindible africano.
Pocos lugares del mundo ofrecen un abanico de experiencias tan apetecibles como las de Tanzania. Desde un Safari por el lago Manyara en el que conoceréis hasta 120 tribus diferentes. Una vez en su Parque Nacional, declarado Reserva de la Biosfera, encontraréis leones trepadores, elefantes, cocodrilos, jirafas, cebras, ñúes, babuinos y… ¡hasta 400 especies de aves! También tenéis la obligada excursión al Kilimanjaro que comienza con 3 horas de senderismo y un picnic a 2.740 metros sobre el nivel del mar. Y por supuesto, también existe la posibilidad de dirigiros al poblado masái de Olpopongi, uno de los más abiertos con los visitantes.
Tampoco podéis dejar la ciudad sin probar su plato estrella, el «Kitimoto», cerdo asado a la parrilla o barbacoa que se acompaña con patatas, plátano frito o ugali y con una ensalada. ¡Lo mejor para recuperar fuerzas después de un día intenso de turismo! Ah y olvida los formalismos, ¡este plato se come con las manos!
Luna de miel en Isla Mauricio
Como no, cualquier luna de miel que se precie tiene que contar con un destino paradisíaco de descanso absoluto. Esta época es idónea para visitar el paraíso que supone Isla Mauricio. Esta se encuentra junto a la Isla Reunión y Madagascar y está repleta de costas de arena blanca y aguas cristalinas. Y lo más importante, cuenta con una hospitalidad local inigualable, ¡es muy fácil sentirse en casa!
Siendo el hinduismo la religión mayoritaria, verás infinidad de templos hindús, además del Geoparque de la Tierra de los Siete Colores en el que podéis ver tortugas terrestes y disfrutar de los colores tan curiosos de sus dunas, consecuencia de los óxidos de hierro y aluminio.
Si os apetece una dosis extra de emoción, podéis sumaros al tour privado por la zona sur de la isla y visitar rincones como Trou-aux-Cerfs, el cráter más grande de Mauricio, con más de 600 metros de altura, Mare aux Vacoas, el mayor lago de la isla o el parque nacional Black River Gorges. Y como excursiones estrella están la de la Isla de los Ciervos y la de Gran Baie, pruebas fehacientes del ecosistema tan singular con el que cuenta la zona.